Tequeños en Wok
La necesidad es la madre de todas las ideas
Muerto de hambre cerca de la media noche, y estimulado por los restos de la salsa de las albóndigas del mediodía, decidí prepararme los tequeños que no se hicieron más temprano por falta de serotonina.
Apresurado y flojo como soy, decidí que usar el caldero con el montón de aceite no era lo más conveniente para alguien queriendo comer algo en medio de la noche sin despegarse mucho tiempo de la compu portatil (alias laptop), así que decidí hacer los tequeños en el Wok, a los trancazos, y ¡Ho, sorpresa!, quedaron ¡buenísimos!, con una consistencia entre salteado/frito y horneado, al buen estilo chino.
Va la receta…
- Con una servilleta, riega una capa fina de aceite de cocina en el wok, pon el wok a fuego máximo..
- Mientras se calienta el wok, saca los tequeños del congelador y sepáralos para que queden bien sueltos.
- Cuando el wok comience a hacer humito, baja el fuego a la mitad, y agrega los tequeños, removiéndolos vigorósamente.
- Cuando los tequeños comiencen a dorar, baja el fuego a un cuarto y ponle la tapa a el wok.
- Destapa, revuelve, y tapa, cada 30 segundos, evitando que los tequeños se doren demasiado, y procurando que se horneen completos con el wok tapado. Baja el fuego al mínimo si es preciso, y aumenta el tiempo de tapado al ojo.
El resultado de esta rápida cocción, hecha con paciencia, será unos tequeños crujientes y gorditos, con el queso bien derretido por dentro, pero sin el grasero ni las roturas y los salpiques típicos de los tequeños fritos.
¡Buen provecho!